Monólogo musical, en el que su protagonista nos cuenta como tras una ruptura de pareja, cae en una profunda crisis artística y personal, pero gracias a unos billetes de avión, que había comprado anteriormente, para viajar a Londres con su expareja, decide visitar a un buen amigo, que le anima a emprender un viaje, en el que, según él… “no tenga que mirarse cada mañana en el mismo espejo» ¿Su destino? La mítica Ruta 61 de los Estados Unidos, una ruta que pasa por ciudades tan emblemáticas como Nueva York, Philadelphia, Nashville o Memphis, acompañado en todo momento por el blues, el jazz, el country o el rock, a través de artistas como Frank Sinatra, Jonnhy Cash, Sting, Bob Dylan o Elvis Presley, entre otros muchos. Siempre siguiendo los pasos de Robert Johnson, el guitarrista que vendió su alma al diablo para convertirse en el mejor guitarrista de todos los tiempos.
Su historia la cuenta a través de canciones que evocan las distintas etapas de su viaje, con detalles que nos hacen comprender cómo la música moderna dio sus primeros pasos, hasta evolucionar en lo que ahora conocemos.
Un viaje lleno de vivencias en el que nos habla de raíces, ideales y libertad, con voz en riguroso directo y estética crooner.
Reparto de ‘Ruta 61’
Julian Page, se inició en el mundo de la música clásica a los siete años, matriculándose en el “Conservatorio Joaquín Turina” donde estudió Viola. Al terminar su Grado, empezó a formarse en Interpretación, Voz y Claqué, llegando a ganar el Primer Premio del “Cutting Contest” del “Festival Mad Tap” (2015).
Ha trabajado profesionalmente como violinista en diferentes orquestas. Y participado en producciones teatrales, entre las que ha protagonizado un musical basado en “El Muro” (Pink Floyd), y una gira tributo a la película “La La Land”.
En la actualidad está inmerso por completo en este espectáculo, un monólogo musical, escrito y protagonizado por él mismo, y teniendo en cuenta su voz y su talento, nos ofrece un espectáculo lleno de emociones, en el que el público comienza a cantar y bailar desde su butaca, disfrutando desde el primer minuto.
Otras impresiones
¿A quién no le gusta la buena música? Teniendo en cuenta esta sola premisa, ya tienes un 50% de seguridad de que vas a disfrutar de este espectáculo ¿Y la buena música americana? Subamos ese porcentaje. Si además añadimos a esto, una buena voz, elegante y llena de matices. Sumamos una puesta en escena acogedora y sencilla, pero práctica y polivalente. Y una narrativa agradable. Obtenemos un espectáculo entretenido, que nos alejará, por aproximadamente unos 75 minutos, de nuestros problemas, para adentrarnos en un viaje que nos traslada de nuestra rutina en Madrid, a la remota, y desconocida para muchos, Ruta 61 americana.
Julian Page, se mueve por el escenario con total dominio del mismo, transmitiendo la seguridad y tranquilidad que da la confianza en un trabajo previo, cuidado y bien elaborado, que rápidamente conquista tu atención, para transmitir y compartir contigo, su pasión por estas melodías, y una historia de desengaño, autogestión del dolor, descubrimiento y crecimiento personal.

No voy a ocultar que hubo algunos pequeños errores, y pequeños detalles a pulir, pero estoy seguro de que se pueden achacar a la tensión y nervios, que acarrea toda la vorágine que conlleva un estreno. Por lo que puedo decir, que tenemos un buen espectáculo a tener en cuenta y al que le deseo una larga trayectoria.
