El proyecto cumple una década consagrada a la recuperación y conservación del legado más vivo del arte de la interpretación: las vivencias, tribulaciones, penas y alegrías de los actores y actrices.
Si la memoria es el recuerdo de la humanidad, la de los actores bien puede abarcar las existencias y los pensamientos de la totalidad de la gran familia humana. La veterana actriz María José Alfonso planteó esta reflexión durante la presentación.
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En esta edición, el quinteto protagonista de esta nueva edición de memorias han sido cinco actores que acumulan en cuadrilla cerca de tres siglos de carrera en teatro, cine, televisión y espectáculos de variedades; y que las han visto, literalmente, de todos los colores, cada uno con sus peculiaridades: el jovial Antonio Rosa, un fijo en los elencos de las mejores compañías teatrales del último medio siglo; el infatigable Emilio Laguna, un soberano intérprete de nuestros clásicos, más recordado en cambio por las comedias y los programas televisivos de humor; el sobrio José Antonio Sayagués, un auténtico corredor de fondo de la escena española; el elegante Jack Taylor, un trotamundos fascinante, entre su vecina Marilyn Monroe y su éxito como leyenda del cine de terror; o el polifacético Manolo Royo, dueño de una biografía que va mucho más allá de su maestría con los chistes y las parodias.
Destacó el coordinador del taller, Juan Jesús Valverde. Con diez años ya acumulados por esta iniciativa, las memorias están cumpliendo con creces el doble propósito de despertar ilusión y generar testimonios: “Creo que el acierto de AISGE con este taller colma las ilusiones de infinidad de colegas, de alguna forma injustamente marginados por edad. No nos olvidemos de ellos antes de tiempo, antes del último acto”, exhortó Valverde, quien recordó, parafraseando al actor francés Joubet, que los cómicos disfrutan del privilegio incomparable de “vivir mil muertes y morir mil vidas”.
Más info: Fundacion Aisge