Frida Kahlo, qué decir sobre un personaje tan emblemático y adorado como ella. Un icono de masas, un monstruo en su arte y una artista en su trayectoria de vida.
El documental nos muestra, en pequeñas pinceladas, porque 90 minutos no dan para poder expresar, contar y hacer sentir, todo lo que fue y sigue siendo Frida, la vida de un ser humano único.
Donde nació, a que familia perteneció, y todos los avatares de su vida. Su terrible accidente contra el tranvía que la arrastro a una vida de dolores hasta el final de sus días, un matrimonio con otro Icono del arte, Diego Ribera, idolatrado por las masas y amado, profundamente, por Frida, a pesar de sus continuos devaneos con otras mujeres, inclusive con la hermana de Frida, Cristina Kahlo, la menor de sus hermanas.
Tampoco Frida estuvo exenta de comentarios sobre sus amoríos y encuentros con personajes que se cruzaron en su camino. El mismo Trotsky se sintió seducido por la personalidad de esta mujer.
Pero todo lo que muestra el documental, que no deja de ser algo sustancialmente anecdótico, no esconde la esencia del personaje que se hace ver en cada cuadro, en cada foto, en cada frase, y sobre todo a través del color. El color inunda cada paso que da Frida, cada movimiento, viaje, dolor, operación, amor, desconsuelo, sentimiento. Todo es color, un color que llena su casa, su vestuario, su pelo. Ese color que grita a la vida como un grito persistente, porque Frida quiere vivir, ama la vida, ama respirar, sentir y lo muestra y lo dice y lo pasea con el aire de su falda, de sus ponchos y de sus coronas de flores en el pelo. Y detrás de ese color una mujer que sufre, que ama su País, por encima de todo y cree en una sociedad justa e igualitaria. Ama la vida.
Esa es Frida, una mujer que ama la vida.
‘Frida. Viva la vida’ se estrena en España por tiempo limitado el 8.3.20.
Paula Arjona.